La ceremonia comenzó con el discurso de bienvenida del representante del Grupo Nacional de Apoyo, Tor Inge Kristoffersen, y se pronunció, además, el Primer Ministro noruego, Jonas Gahr Store, de acuerdo con el diario local Aftenposten.
El 22 de julio de 2011, hace exactamente 11 años, Anders Behring Breivik detonó un coche bomba en el distrito gubernamental de Oslo y abrió fuego en un campamento de verano en la isla de Utoya, donde la mayoría de las 69 víctimas eran adolescentes.
Breivik, un noruego étnico, ultraderechista de 32 años, fue detenido por la Policía ese mismo día y confesó ser culpable de ambos crímenes.
Luego de 8 años en prisión, solicitó la libertad condicional y en 2015, demandó al Estado por una violación de sus derechos.
Aunque ambas peticiones fueron rechadas por un tribunal provincial.
Las autoridades consideran que es el terrorista más cruel de la historia moderna de Noruega y representa aún un peligro para la sociedad.
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