La obra escultórica del artista Juan García recrea en un parque a la entrada de la ciudad de Cienfuegos uno de los tantos hechos heroicos de las armas cubanas contra el colonialismo español.
El general José González Guerra (1832-1875), hijo de las clases más humildes que habitaban la recién fundada villa de Cienfuegos fue sorprendido junto a su tropa por una columna española mientras refrescaban sus cansados cuerpos en un río de la jurisdicción.
En segundos, apenas repuesto de la sorpresa, el oficial del Ejército Libertador (mambí) reagrupa a sus hombres y sin tiempo para vestirse ordena la carga contra la tropa enemiga a la que derrota en la batalla de Manaquita.
Tal fue la magnitud de la pelea que las propias fuentes del régimen colonial reconocieron 156 muertos y 23 desaparecidos, aunque el bando patriota reportó que España perdió 221 hombres y 200 fusiles.
Aquel instante, con los años devenido leyenda en la historia militar cubana, fue retratado en bronce por el escultor García para perpetuarlo en el centro del nuevo parque donde Cienfuegos, 240 kilómetros al sudeste de La Habana, recuerda por siempre a unos de sus mejores hijos.
La historia de esa pequeña plaza donde es fácil imaginar los ardores guerreros del homenajeado salta a la actualidad por estos días, cuando la ciudad se apresta a celebrar el acto nacional por el Día de la Rebeldía Nacional, el próximo 26 de julio.
Es que la concepción del parque tuvo lugar a partir de las palabras que el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, dedicó a al general mambí cienfueguero, la primera vez que la ciudad fue escenario del acto nacional en conmemoración del asalto al cuartel Moncada.
Fue el 26 de julio de 1984 y Fidel exactamente dijo: “Siempre recuerdo con admiración a un ilustre hijo de Cienfuegos, destacado jefe mambí: José González Guerra, no suficientemente recordado ni conocido, que libró brillantes combates contra las fuerzas españolas en esta región, hasta caer heroicamente en la guerra de 1868”.
La disposición de las patas delanteras del caballo en las estatuas ecuestres es objeto de una leyenda, que trata de resumir la causa de la muerte del héroe, en combate, resultado de heridas de guerra o por enfermedad, según no apoye ninguna, una, o las dos extremidades.
Comoquiera que solo se trata de una leyenda popular amplificada, en el caso que nos ocupa lo más significativo no son las patas delanteras del equino, sino las traseras. O mejor, la ausencia de ellas.
El escultor García apeló al rigor de la narración histórica para llevar su explicación al bronce: “En este monumento, la cola del caballo es como si estuviera chorreando agua, como si él estuviera saliendo del agua. Por eso no se ven las patas traseras del caballo”.
El acto nacional por la efeméride que marcó el inicio de la revolución cubana será el primero que Cienfuegos organice tras haber cumplido con la idea del homenaje que Fidel sugirió el 26 de julio de 1984.
Tras múltiples avatares, finalmente el parque a la memoria del general González Guerra y su inmortal carga en Manaquita fue inaugurado oficialmente el 29 de diciembre de 2020.
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