«Esas declaraciones son absolutamente contrarias a la realidad, a la historia, al historial de los suministros. Incluso en los momentos más difíciles, la parte rusa continuó cumpliendo sus compromisos», refirió el representante del Kremlin en una rueda de prensa.
Peskov detalló que la actual disminución en los volúmenes de abastecimiento de los combustibles “está relacionado nuevamente con las restricciones ilegales, impuestas por los propios europeos, en particular, por Alemania», enfatizó.
En ese sentido, el vocero recordó que el presidente ruso, Vladimir Putin, durante su estancia en Teherán, capital de Irán, destacó que la estatal gasística Gazprom cumplió, cumple y seguirá cumpliendo de una manera confiable sus obligaciones.
A mediados de junio pasado, Rusia redujo en un 60 por ciento el suministro a través del gasoducto submarino Nord Stream 1 debido a las sanciones que impedían a una filial canadiense de Siemens devolver a Gazprom una turbina para sus plantas de bombeo.
El equipo, vital para el bombeo del gas a Alemania, ya salió de Canadá y debió llegar a Rusia el 24 de julio, según el diario ruso Kommersant que cita fuentes con conocimiento del asunto. Sin embargo, el gigante energético ruso no confirmó su llegada.
Asimismo, del 11 al 21 de julio el bombeo de gas por Nord Stream 1 estuvo suspendido debido a las obras de mantenimiento reglamentario.
A decir de las autoridades de la nación euroasiática la nueva histeria europea se está exacerbando pues se acerca la temporada de otoño-invierno, y sus propias medidas rusofobas se convierten en un boomerang que afecta directamente a la ciudadanía del denominado Viejo Continente.
Tras el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, el pasado 24 de febrero, numerosos países en su mayoría de Occidente activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales con la intención de infligirle a la economía de la nación euroasiática el mayor daño posible, y así presionar a Moscú para detener las hostilidades. mem/odf