En el Salón Constitución del congreso en esta capital, tuvo lugar el festejo donde se reunieron parlamentarios, miembros del Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba, la Asociación de Cubanos Residentes aquí, políticos, así como los integrantes de la misión estatal, encabezada por el embajador, Javier Caamaño.
Durante la actividad, los participantes destacaron el valor histórico del asalto, por jóvenes revolucionarios bajo la guía del líder Fidel Castro, a los cuarteles Moncada en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, el 26 de julio de 1953.
El objetivo de esas acciones era tomar las armas de ambos cuarteles para iniciar la lucha revolucionaria en Cuba, recordaron los participantes.
Aunque los asaltos fueron un revés militar, constituyeron un punto de inflexión en la conciencia de los cubanos para comenzar el camino que condujo a la derrota de la dictadura de Fulgencio Batista y al triunfo del 1 de enero de 1959.
El legislador por el Pacto Histórico Gabriel Becerra resaltó la capacidad de resistencia del pueblo cubano a lo largo de sus luchas y en particular en esa gesta, al tiempo que destacó los cambios en Latinoamérica y el triunfo sin precedentes de las fuerzas alternativas y de izquierda en Colombia.
Asimismo, el senador del Partido Comunes Julián Gallo, manifestó su gratitud al pueblo y gobierno de Cuba por su apoyo a la paz en esta nación.
También participaron los congresistas Alirio Uribe, Luz Marina Munera, así como la coordinadora pro témpore del Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba, Nuri Utria, y Ofelia Peña, cubana residente en esta nación, quienes en su momento exaltaron la impronta del Moncada y condenaron el bloqueo de Estados Unidos a Cuba impuesto hace seis décadas.
El embajador cubano agradeció a todos los participantes y resaltó la hermandad y el respeto que unen a las dos naciones.
Hizo énfasis en la histórica fecha que dio una guía al pueblo cubano, la cual comenzó con el ideario del apóstol José Martí y que Fidel refrendó en el alegato de autodefensa conocido como La Historia me Absolverá, en el juicio por el asalto al Moncada.
En ese documento, el líder cubano expuso los principales problemas de Cuba en la década de 1950, como la desigualdad social, la pobreza, el analfabetismo, el robo de las tierras por compañías estadounidenses, nulos servicios de salud, y otros.
Fidel también presentó las soluciones a esos males que, con el triunfo revolucionario, se pusieron en práctica, como la reforma agraria, la alfabetización, y muchos otros beneficios en sectores como la salud, la educación, y la soberanía que continúan y se consolidan en la actualidad, considerados logros del socialismo.
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