«El ministerio está grabando cuidadosamente las llamadas que vienen de Europa para dejar de emitir visas Schengen a los rusos. La mayoría de estas declaraciones las hacen políticos odiosos o figuras públicas, rusófobos, y los percibimos en consecuencia», detalló el diplomático en entrevistas con TASS.
Al respecto, manifestó que en caso de una degradación radical de los lazos consulares con el resto de los países miembros del Acuerdo de Schengen, Moscú no puede descartar incluso los escenarios aparentemente improbables.
Volynkin enfatizó que el Ministerio de Asuntos Exteriores mantiene el apoyo a la preservación de la posibilidad de viajes mutuos de ciudadanos de Rusia y Europa, mientras espera el pragmatismo y el sentido común de la Unión Europea.
«Pero incluso si se convierte en realidad la situación hipotética de un cese completo de la emisión de visas Schengen para los rusos, podríamos contar con la posibilidad de construir una cooperación de visas sobre una base bilateral con países europeos mediante negociaciones individuales», concluyó.
Tras el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, el pasado 24 de febrero, numerosos países en su mayoría de Occidente activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales con la intención de infligirle a la economía y política de la nación euroasiática el mayor daño posible, y así presionar a Moscú para detener las hostilidades.
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