Firmas como ZJ Biotech, asentada en Shanghái, confirmaron a la prensa que desde el fin de semana anterior recibieron encargos urgentes de la misma OMS para distribuirlos en 41 naciones de África, Europa, Oceanía y el Sudeste asiático.
Su dispositivo puede identificar el virus que provoca la patología con precisión, gracias a que contiene un método fluorescente.
Liferiver, Sansure Biotech y Jiangsu Bioperfectus Technologies son otras compañías de China que también reportan un incremento en las compras ordenadas desde el exterior, incluido las de la agencia global y de muchos países.
Todos esos fabricantes aseguran que están en condiciones de cumplir con los pedidos de los clientes y al mismo tiempo satisfacer la demanda doméstica, si se detectara algún caso en China continental o en las regiones de Hong Kong y Macao.
El sábado pasado la OMS declaró al brote de la viruela de mono como una emergencia de salud pública de preocupación internacional, pues suman más de 19 mil infectados en 76 estados del planeta.
Hasta el momento China no registra ningún enfermo, pero comenzó a aplicar pruebas a los viajeros llegados del extranjero ante la creciente propagación de la patología por el mundo.
Los exámenes se realizan al ingresar al país y durante la cuarentena obligatoria que está establecida por la pandemia de Covid-19, y el foco principal son quienes estuvieron en las naciones afectadas durante los 21 días anteriores de llegar aquí.
De conjunto, el Gobierno emitió las guías para proceder con el diagnóstico y tratamiento en los hospitales de la viruela símica y también la hepatitis de causa desconocida que circula a nivel internacional.
Precisó entonces que así China se prepara para un potencial estallido de casos de ambas enfermedades.
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