El Instituto Nacional de Estadística (INE) recalcó que la cifra (0,6 por ciento por encima de junio, de 10,2), es la más alta en casi 38 años y explicó que la tendencia apunta hacia los precios de los de los alimentos y la electricidad.
Los indicadores que más coadyuvaron al incremento de la carestía de la vida fueron los alimentos y bebidas no alcohólicas y de la electricidad, vestido y calzado.
Un aumento continuado de los precios de la energía, especialmente del gas, y también de los alimentos en torno a un panorama geopolítico complejo (la guerra en Ucrania), explica el panorama, admitió el Ministerio de Economía.
Sin embargo, el contraste de este viernes que dio a conocer el INE fueron los números mejorados de la economía española, con un crecimiento del 1,1 por ciento entre abril y junio, impulsada por el rebote del consumo de los hogares.
El incremento ascendió en 0,9 puntos respecto al primer trimestre del año. De acuerdo con los expertos, el progreso del Producto Interno Bruto trimestral se ampara en la demanda nacional (consumo e inversión) que ha aportado 2,2 puntos al crecimiento, un tanto relacionado con el verano y las vacaciones.
Ayer se dio otra noticia esperanzadora, con la reducción al 12,48 por ciento la tasa de desempleo en el segundo trimestre del año, la más baja desde finales de 2008.
Si bien los guarismos son positivos y fueron aplaudidos de modo general, la vicepresidenta segunda y ministra del Trabajo, Yolanda Díaz, dijo que deben tomarse con cautela por los índices que ya se registran a mediados del mes de julio.
El mercado laboral generó 383 mil 300 empleos, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados el INE.
La desocupación bajó en 255 mil 300 personas y la cifra de desocupados se situó en dos millones, 919 mil 400, por primera vez desde 2008 por debajo de los tres millones.
Según el INE, el ascenso del empleo se apoya en la ocupación indefinida, que creció en 616 mil 700 personas, mientras que el temporal se redujo en 241 mil 300.
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