«Estamos absolutamente solidarios. Respetamos la soberanía y la integridad territorial de China y creemos que ningún país del mundo debe tener derecho a cuestionar o tomar medidas de carácter provocador o de otro tipo”, declaró el vocero ante la prensa.
Peskov añadió que cualquier tipo de provocación en relación con la cuestión taiwanesa «solo puede generar tensión adicional», recalcó.
Asimismo, advirtió que la política de Washington respecto a Taiwán puede crear más fisuras en el mundo.
«Rusia está convencida que un comportamiento así en el ámbito internacional puede causar más tensión, el mundo ya sufre abundantes problemas regionales y globales. Por supuesto, estos pasos solo pueden tener el carácter destructivo», agregó Peskov.
Las declaraciones del portavoz del Kremlin responden al agravamiento de la situación en torno a Taiwán como consecuencia de la intensión la semana pasada de la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi, de visitar Taipéi como parte de su gira asiática, algo a lo que China se opuso firmemente.
En ese sentido, el pasado martes, el portavoz del Ministerio de Defensa del gigante asiático, Tan Kefei, prometió que el Ejército de Liberación Popular no se quedaría de brazos cruzados si Pelosi efectuaba la visita a la isla.
Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, en una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Joe Biden,realizada la víspera, reafirmó el rechazo de Pekín al separatismo y el independentismo taiwanés, así como a la intromisión de fuerzas externas.
el Mandatario recalcó que la base política de las relaciones chino-estadounidenses es el principio de “una sola China”.
Las relaciones oficiales entre Pekín y Taipéi quedaron suspendidas en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista chino Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista de China y se trasladaran a Taiwán.
En medio de esa situación los vínculos entre Taiwán y la China continental se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980.
La política fundamental del Gobierno chino respecto a isla es la reunificación pacífica bajo el principio de “un país, dos sistemas”, y en ese sentido, en octubre pasado, Xi declaró que Pekín «puede conseguir y conseguirá la reunificación» con ese territorio rebelde. mv/odf