La Prefectura de Isla de Francia (Región Parisina) estableció la vigilancia por sequía en París, Altos del Sena, Sena Saint-Denis y Valle del Marne, conocidos como la pequeña corona, donde se activó la alerta naranja, el primero de los cuatro niveles de seguimiento.
A partir de esta medida, las personas, las colectividades territoriales y las empresas fueron llamadas a racionar el consumo de agua y a evitar el rociado de jardines y el lavado de vehículos, sin que constituya de momento una obligación.
En Francia, 46 departamentos se encuentran en el nivel de crisis, el más alto, por el fenómeno climático, lo cual implica restricciones en el uso del preciado líquido, que incluyen el uso prioritario del mismo en sectores como el consumo humano y la salud.
La sequía motiva una preocupación adicional, por su impacto, combinada con las altas temperaturas y los vientos, en la propagación de incendios forestales, que en las últimas tres semanas destruyeron más de 20 mil hectáreas de bosques en el sur del país.
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