«No es exagerado decir que la operación militar especial se convirtió en un hito en el camino hacia un nuevo orden mundial, un nuevo equilibrio de poder en la arena internacional”, refirió el diplomático en un artículo publicado por la revista Mezhdunarodnaya Zhizn en su sitio web.
Asimismo, Drobinin manifestó que el equilibrio de poder dependerá, en gran medida, del curso de las acciones militares, de los cambios en la estructura de la economía mundial y de los parámetros de la solución política del conflicto.
Algún día se armará este rompecabezas. Mientras tanto, el propio destino volvió a colocar a Rusia en la posición de uno de los principales artífices de la historia mundial, explicó el funcionario.
Drobinin consideró que la nación euroasiática se encuentra «de nuevo en un punto de inflexión en su historia, más que milenaria».
En ese sentido, agregó que es tiempo para Moscú de hacer frente a la reacción agresiva de algunos actores externos ante acciones absolutamente justificadas para proteger intereses vitales en la dirección occidental.
En cualquier caso, el funcionario indicó que la situación de conflicto es «más bien la norma para un país con una geografía y unos intereses como los de Rusia».
Al respecto, argumentó que los expertos nacionales establecen diferentes analogías históricas, pues algunos comparan la etapa actual con la época de Alekséi Mijáilovich Románov (Alejo I de Rusia), cuando el Estado moscovita restituyó gradualmente las tierras rusas occidentales.
Otros ven similitudes con la Guerra de Crimea, cuando la nación euroasiática se enfrentó a un odio sin precedentes por parte de Occidente, explicó Drobinin, al tiempo que aseguró que esos paralelismos, aunque tentativos, tienen una característica en común: «todos subrayan un hito en los acontecimientos a los que dan lugar», sentenció.
Rusia inició el pasado 24 de febrero un operativo armado en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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