La promesa quedó refrendada en un comunicado conjunto dado a conocer este viernes y emitido por la 55 Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la Asean y otras relacionadas, que durante esta semana transcurrieron aquí.
En la cita –señala el documento- también se debatió la necesidad de fortalecer aún más el compromiso y la cooperación con socios de diálogo y externos, incluso a través de los mecanismos existentes liderados por la agrupación.
Además, la importancia de la centralidad, credibilidad y relevancia de la Asean para mantener la paz, la estabilidad y la prosperidad mediante esfuerzos regionales y globales, en medio de la incertidumbre y los cambios rápidos que ocurren en el sudeste asiático y más allá.
En relación con la situación en Myanmar, la declaración dejó de manifiesto la profunda decepción por el limitado progreso y la falta de compromiso de las autoridades de Nayipìdó con la implementación oportuna y completa del Consenso de Cinco Puntos, acordado en indonesia en abril último.
Confirmó asimismo que la alianza está lista para ayudar a Myanmar a regresar a la normalidad de manera positiva, pacífica y constructiva, así como la visita de un Enviado Especial del presidente de la Asean, encargo que asumirá el ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Cambodia, Prak Sokhonn.
Respecto a los acontecimientos en el Estrecho de Taiwán, el comunicado reiteró la preocupación por el riesgo de inestabilidad, las graves e impredecibles consecuencias que esto podría acarrear para la región, y pidió a las partes moderación y adherirse a los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Reafirmó además su apoyo a la política de «Una sola China» y subrayó la importancia de la cooperación, coexistencia pacífica y la sana competencia en aras de la paz, la seguridad, la estabilidad, el desarrollo inclusivo y sostenible.
Sobre el conflicto Rusia-Ucrania, extendió un llamado al respeto de la soberanía, la independencia política y la integridad territorial, y remarcó la importancia de un cese inmediato de las hostilidades y la creación de un entorno propicio para la resolución pacífica del diferendo.
En ese sentido, apoyó los esfuerzos del Secretario General de la ONU en la búsqueda de una solución por esa vía y solicitó que se facilite un acceso rápido, seguro y sin trabas a la asistencia humanitaria para quienes la necesitan, así como para la protección de los civiles, el personal humanitario y las personas en situaciones vulnerables.
La declaración reafirmó también su postura respecto al Mar del Este y pidió a todas las partes respetar el derecho internacional, la Carta de la ONU, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (Unclos) y el Tratado de Amistad y Cooperación en el Sudeste Asiático (TAC).
Los países y las partes involucradas –recalcó el texto- deben mantener el diálogo, generar confianza, asumir la paz como meta y la cooperación como herramienta, respetar el Estado de Derecho, actuar con moderación y evitar que los desacuerdos y las contradicciones deriven en conflictos.
rgh/mpm