A través de una nota de prensa, el ente uniformado afirmó que dichas acciones las encabezó el obispo, monseñor Rolando José Álvarez, “prevaliéndose de su condición de líder religioso y utilizando medios de comunicación y redes sociales”.
Según el documento, dicha situación provocó un ambiente de zozobra y desorden, “alterando la paz y la armonía en la comunidad con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”.
“La Policía Nacional, como autoridad competente para garantizar la paz y la seguridad ciudadana, ha establecido medidas de protección a la población, para que estos hechos no se vuelvan a repetir”, subraya la nota.
Menciona el proceso de investigación iniciado con el propósito de determinar la responsabilidad penal de los involucrados en los hechos delictivos, para lo cual se informó al Ministerio Público y al Poder Judicial, precisa el comunicado.
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