La medida entró en vigor tras el anuncio por parte del ejecutivo del primer ministro Viktor Orban el pasado día 13 del estado de emergencia energética.
Desde entonces aumentaron en el país los precios del gas y la electricidad para los hogares que consuman más del promedio, y por ende creció también la demanda de leña como fuente de energía alternativa.
La medida obvia criterios de protección medioambiental aprobados aquí y permite aumentar el corte de árboles para prevenir los efectos derivados del conflicto armado en Ucrania, según un decreto publicado en el Boletín oficial.
En ese contexto se elimina la prohibición de tala en bosques con «capacidad de regeneración de semillas» de propiedad estatal y bajo protección medioambiental, mientras el Ministerio de Agricultura podrá autorizar la tala en zonas que no estén contempladas en los planes de reforestación.
Empresas estatales distribuirán y venderán la leña según las necesidades económicas de las familias y las solicitudes de los Ayuntamientos.
Los bosques cubren el 21 por ciento de la superficie de Hungría, con más de 400 millones de metros cúbicos de árboles, según datos del portal económico Portfolio.hu.
Orban encargó a las escuelas del país que analicen la posibilidad de usar leña en vez de gas para la calefacción.
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