De acuerdo con un reporte de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ese indicador aún se ubica un 13,1 por ciento por encima del nivel de julio de 2021.
La agencia para la alimentación significó que la reducción del precio de la comida el pasado mes estuvo liderada por el descenso en los mercados mundiales de los principales cereales y aceites vegetales.
Dentro de la canasta de productos alimenticios básicos, la cotización de los cereales retrocedió un 11,5 por ciento, aunque se mantuvo un 16,6 por ciento superior a su valor de julio del pasado año.
La reducción de hasta un 14,5 por ciento en los precios mundiales del trigo como resultado del acuerdo alcanzado entre Ucrania y Rusia para desbloquear las exportaciones de los puertos del Mar Negro, arrastró a la baja a todos los cereales incluidos en el índice.
También influyó en esa caída el incremento de la disponibilidad de cereales en Argentina y Brasil, en tanto los precios internacionales del arroz bajaron por primera vez en 2022.
Otro producto que registró una disminución de sus costos fue el azúcar, renglón que genera preocupaciones en relación con la demanda frente a las expectativas de una mayor desaceleración económica mundial, un debilitamiento del real brasileño y precios más bajos del etanol que impulsaron una mayor producción del dulce en Brasil.
A ese renglón se le sumaron con bajas significativas los lácteos y la carne de bovino, ovino y porcino, mientras la de ave alcanzó un precio máximo histórico, respaldada por una sólida demanda mundial de importaciones y escasez de suministros a causa de los brotes de gripe aviar en el hemisferio norte.
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