El Boeing 747-300 arribó a esta nación el 6 de junio con 19 tripulantes (14 venezolanos y cinco iraníes) y una carga consistente en piezas para compañías del sector automotor.
La aeronave intentó continuar viaje hacia Uruguay, pero fue denegado su ingreso a ese país y debió regresar al aeropuerto internacional de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires.
Pese a no detectarse irregularidades, el avión permanece en suelo argentino y su caso fue manipulado por grupos opositores que alegaron, incluso, supuestos vínculos de la tripulación con el terrorismo.
Lo anterior fue criticado por el presidente Alberto Fernández y el representante de la Agencia Federal de Inteligencia Agustín Rossi.
Recientemente, el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, ordenó liberar la carga y a 12 de los tripulantes, pero les exigió presentarse una vez al mes de manera presencial o por medios digitales ante las embajadas argentinas en Irán y Venezuela.
Además, mantuvo la prohibición de salida y la retención de los documentos de viaje de los iraníes Gholamreza Ghasemi, Abdolbaset Mohammadi, Mohammad Khosraviaragh y Saeid Vaki Zadeh y los venezolanos Mario Arraga, Víctor Pérez y José García.
Las decisiones tomadas carecen de fundamento legal porque el avión no era solicitado por ninguna agencia reguladora; el cargamento que transportaba se ajusta a la reglamentación internacional y los tripulantes no son buscados por ningún organismo, señaló la Red en un comunicado.
Asimismo, criticó la “insólita intrusión de un juez con procedimientos de más que dudosa legalidad” y la negativa de las empresas Yacimientos Petrolíferos Fiscales y Shell a abastecer de combustible al Boeing 747-300, lo cual fue atribuido a amenazas de sanciones por parte de Estados Unidos.
La situación se agravó cuando, apelando a toda clase de arbitrariedades, el Departamento norteamericano de Justicia ordenó la incautación del avión de Emtrasur y convirtió este incidente en un capítulo más de la sucesión de robos que el imperio perpetra contra la Venezuela bolivariana, señala el texto.
Exigimos la inmediata liberación de la aeronave y de todos sus tripulantes, además de su abastecimiento para su seguro regreso a Venezuela. No existe ninguna cláusula en el orden legal internacional que obligue a un país soberano como Argentina a someterse ante otro más poderoso, añade.
Además, la Red expresó su solidaridad con el pueblo y gobierno venezolanos y aseguró que hará todo lo posible para que este incidente llegue a su fin.
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