Mediante un documento el jefe de Estado comunicó que, además de exonerar a su antecesor Gbagbo del cumplimiento de los 20 años de cárcel a que fue condenado, ordena también se descongelen sus cuentas bancarias y se les abone su pensión vitalicia.
Al justificar la medida, el mandatario expresó que suscribió el decreto de indulto presidencial en aras de fortalecer la cohesión social, en un contexto en que esta nación logró avances, según él, al calor del clima de paz preservado en los últimosn años.
Con anterioridad, sectores afines al gobierno acusaron al exgobernante Gbagbo de fomentar un conflicto armado en este territorio, el cual estalló en 2010, al no reconocer su derrota en las urnas ante el actual gobernante.
Ouattara contendió en noviembre de ese año en un sufragio por un tercer mandato presidencial, en medio de críticas de grupos opositores, tras impulsar la transformación de la Constitución que hasta ese entonces permitía competir por solo dos períodos de gobierno.
Tras dejar el poder, Gbagbo enfrentó, por otro lado, un proceso judicial en la Corte Penal de Justicia de La Haya, la cual lo absolvió en 2021, luego de denuncias de que cometió presuntos crímenes de guerra durante el conflicto armado.
Como parte de una iniciativa del Ejecutivo para desarrollar diálogos de paz y rebajar tensiones políticas y sociales, en julio pasado se reunieron aquí el mandatario Ouattara y los expresidentes Gbagbo (2000-2011) y Henri Konan Bédié (1993-1999).
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