«Hasta ahora tenemos información de los militares y de los representantes de la empresa rusa Rosatom aquí, quienes aseguran que todo está en modo normal, aunque dos reactores no operan a plena capacidad y están actualmente controlados por estructuras rusas. Por supuesto, en colaboración con los empleados», indicó el funcionario.
En declaraciones a la cadena Rossiya 24, Balitski resaltó la necesidad de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y demás representantes de Naciones Unidas lleguen hasta las instalaciones de Zaporizhzhia y constaten los hechos.
Al respecto, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó este lunes los ataques contra la planta nuclear, los calificó de suicidio y manifestó su interés por que se detengan.
Asimismo, expresó su esperanza de que la misión del OIEA obtenga el acceso a la central y pueda utilizar sus competencias, para determinar la gravedad de la situación y el correcto funcionamiento del lugar.
Anteriormente, el miembro del consejo principal de la Administración Cívico-Militar regional, Vladímir Rógov, afirmó que las Fuerzas Armadas de Ucrania bombardearon tres veces la zona de la central atómica el 5 de agosto.
Confirmó que se produjo un incendio y se cortaron dos líneas eléctricas necesarias para el funcionamiento de las unidades de generación.
Zaporizhzhia actualmente está bajo el control de las Fuerzas Armadas de Rusia. El Ministerio de Relaciones Exteriores alegó anteriormente que la protección de la planta, operada por una empresa ucraniana, persigue evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos en medio del conflicto.
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