El Departamento de Asuntos de los Veteranos confirmó la existencia de cánceres, así como afecciones cutáneas, asma, bronquitis, problemas respiratorios, pulmonares y cardiovasculares, migrañas y otros trastornos neurológicos entre los exmilitares.
Todos esos problemas de salud podrían haberse evitado, señaló un reciente artículo publicado en medios locales.
Las Fuerzas Armadas estadounidenses solían utilizar combustible de avión o diésel para quemar todo tipo de desechos, lo que genera mucha más contaminación que las incineradoras de alta temperatura, apuntó el material.
Pero usar incineradores habría costado mucho más dinero, añadió el texto al explicar que decidieron poner a cargo de la eliminación de esos residuos a contratistas como Kellogg, Brown & Root, o KBR, una subsidiaria de Halliburton.
De 1995 al 2000, el director ejecutivo de Halliburton fue Dick Cheney, quien en 2001 se convirtió en vicepresidente de Estados Unidos y en un artífice clave de las invasiones y ocupaciones estadounidenses de Iraq y Afganistán. La compañía KBR recibió contratos otorgados sin licitación para encargarse de una gran variedad de temas logísticos relacionados con las guerras, incluida la supresión de desechos, apuntó el servicio de noticias Democracy Now.
Para maximizar sus ganancias, KBR optó por el uso de pozos de quema contaminantes y de bajo costo, que se utilizaban para deshacerse de residuos, neumáticos, pintura y otros solventes orgánicos volátiles, baterías, artefactos explosivos sin detonar, productos derivados del petróleo, plásticos y desperdicios médicos, incluidas partes del cuerpo humano.
Estos vertederos en constante combustión con frecuencia se ubicaban junto a los cuarteles y se proporcionaba poco o ningún equipo de protección a los soldados expuestos a ellos, comentó en el artículo.
Aprobada ya por la Cámara de Representantes en julio, la semana pasada el Senado dio luz verde a la propuesta legislativa conocida como Ley PACT, la cual brindará atención médica y beneficios a millones de veteranos afectados por la incidencia de toxinas.
Actualmente la iniciativa espera por la firma del presidente Joe Biden para que se convierta en ley.
Analistas políticos advirtieron que la Ley PACT ayudará en los proximos 10 años a aliviar parte del sufrimiento causado por las maniobras de Halliburton para obtener ganancias gracias a las guerras, pero contempla solo a las víctimas estadounidenses, porque no proporcionará ayuda ni a iraquíes ni a afganos.
ro/dfm