La iniciativa la aprobó el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional en el marco de las nuevas resoluciones adoptadas por el ente tras evaluar la situación epidemiológica del país, donde hay un repunte de casos de la enfermedad.
La medida busca garantizar el acceso de la población a los test de diagnóstico, sin la necesidad de tener una receta o indicación médica, explicó el ministro de Salud Pública, José Ruales.
De acuerdo con los detalles, la cartera que dirige Ruales presentó un protocolo al COE nacional, el cual comprende un acuerdo ministerial para coordinar las acciones pertinentes con la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa).
Para permitir la venta, las pruebas rápidas deberán cumplir con requisitos como tener una sensibilidad mayor al 90 por ciento y una especificidad superior al 95.
La comercialización está prevista a partir del 15 de agosto, en los locales previamente autorizados por el Arcsa.
Las pruebas rápidas deberán ser registradas en la página web del Ministerio con datos del paciente, lugar de domicilio y el resultado.
Toda esa información servirá para conocer los casos de Covid-19 y proceder con la vigilancia epidemiológica establecida.
La decisión se pondrá en marcha en medio de una campaña nacional para impulsar la vacunación de dosis de refuerzo contra la dolencia e inmunizar hasta septiembre venidero a 10 millones de ecuatorianos con el esquema completo y la tercera vuelta del biológico.
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