“El escenario alternativo de “Crisis Global” supone una mayor fragmentación en la economía global. El comercio entre países se concentrará cada vez más en bloques regionales”, precisó la entidad bancaria en un informe publicado en su portal web. El ente regulador refirió que esto se debe a que los Estados estarán menos enfocados en el uso de ventajas comparativas y más en aumentar la localización de la producción.
Asimismo, el texto precisa que para principios de 2023 el Banco Central ruso, asumirá la realización de dos riesgos simultáneamente, reforzándose entre sí.
En ese sentido, detalló que la alta inflación en las principales economías puede requerir un endurecimiento más fuerte y sustancial de la política monetaria en estos países, lo que desencadenaría una recesión y una menor sostenibilidad financiera.
En segundo lugar, este escenario supone un aumento de las tensiones geopolíticas en el mundo, incluida la introducción de nuevas sanciones contra la economía rusa.
“La combinación de estos eventos podría exacerbar los desequilibrios en el capital mundial y conducir a una nueva crisis financiera y económica mundial, comparable en escala a la de 2007-2008”, refirió la entidad bancaria.
Como resultado de estos eventos, el Banco Central prevé que el producto interno bruto en Rusia en 2023 disminuya más que en 2022.
Al respecto, argumentó que para 2024, la disminución continuará, y solo en 2025 es posible un ligero aumento, alrededor del uno por ciento.
El regulador monetario detalló que la inflación anual el próximo año aumentará entre el 13 y el 16 por ciento en el contexto del debilitamiento del rublo y el aumento de las restricciones por el lado de la oferta, mientras las expectativas de inflación también tienden al ascenso.
La víspera, el Centro de Análisis Macroeconómico y de Pronósticos a corto plazo informó que la economía rusa alcanzará su crecimiento planificado en 2025 y avanzará al nivel del 2,2 al 2,7 por ciento hasta 2030.
A decir de la entidad investigadora, esto sucederá si Moscú es capaz de garantizar las importaciones, llevar productos a nuevos mercados e implementar la sustitución tecnológica de importaciones. «De lo contrario, el crecimiento será de entre el 1,3 al 1,9 por ciento», enfatizó.
Tras el inicio de la operación militar de Rusia en Ucrania, el pasado 24 de febrero, numerosos países condenaron la acción emprendida por Moscú y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan elevar el costo del conflicto para el Kremlin.
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