El pasado 15 de julio, el titular de la entidad castrense informó que había recibido los tres primeros sistemas M270 de Londres, y comunicó la llegada de más armamentos, los que calificó como “regalos”.
Al respecto, el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, aseguró que su país entregaría a Kiev lanzamisiles múltiples M270 de fabricación estadounidense con proyectiles capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 80 kilómetros.
En ese sentido, la agencia Reuters citó la víspera unas declaraciones de Wallace, donde afirmó que Londres además del reciente envío, hará llegar a las fuerzas ucranianas misiles guiados M31A1.
En medio del desenfrenado suministro armamentístico occidental a Kiev, las autoridades rusas denunciaron que esto solo prolonga los combates y no ayuda a resolver la situación.
El director adjunto del Departamento de Información y Prensa de la cancillería de Rusia, Iván Nechaev, recordó la víspera que el 8 de agosto, Estados Unidos dispuso una suma de mil millones de dólares en ayuda militar al Gobierno de Kiev.
El diplomático detalló que los suministros totales de Washington a Ucrania aumentaron a nueve mil 800 millones de dólares desde la llegada a la presidencia de Joe Biden y a 11 mil 800 millones de dólares desde 2014.
Ante esos argumentos, Nechaev recalcó que tal política solo prolonga la lucha y no ayuda a resolver el conflicto en el vecino país.
Rusia inició el pasado 24 de febrero un operativo armado en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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