El abogado constitucionalista José Casañas aseguró que dicho calificativo es “un golpe político muy fuerte” por tratarse del vicemandatario, impedido ahora de visitar la nación norteña y realizar operaciones financieras internacionales.
Casañas declaró al medio local Noticias Paraguay que la situación empaña más la imagen de un país con importantes representantes de su política en esa especie de “lista negra” elaborada por Washington.
El viernes el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió un comunicado en el que calificó a Velázquez de “significativamente corrupto” en relación con supuestos sobornos para archivar una investigación en su contra.
La respuesta del vicepresidente fue la renuncia al cargo y a una futura postulación como candidato a la presidencia de su país en las elecciones generales convocadas para abril del año próximo.
Por su parte el excanciller paraguayo Carlos Balmelli considera que la situación es una muestra del fracaso de las políticas anticorrupción durante las últimas décadas.
Este hecho «nos está demostrando que los paraguayos somos incapaces de luchar contra la corrupción”, dijo al programa de la televisión local La Lupa.
Sin embargo, consideró que Washington no manejó la situación de la manera apropiada al tratar a Paraguay y sus autoridades como inferiores.
Si nos trataran como un país política y jurídicamente igual a ellos, correspondería visitar al canciller y decirle que el vicepresidente paraguayo no es elegible para entrar a Estados Unidos y recién al salir de ahí deberían informar eso a la opinión pública, señaló.
También analista político, Balmelli consideró necesario revisar la manera en que Washington plantea su relación con Asunción, por tratarse de su “plataforma más importante en la región”.
“Lo que les pido a los norteamericanos es que no se equivoquen en su política exterior con Paraguay”, insistió.
El excanciller destacó la importancia del tema soberanía en el asunto y advirtió acerca del peligro que representaría para las relaciones bilaterales un sentimiento de colonia entre los paraguayos.
No es la primera vez que Estados Unidos califica de “significativamente corrupto” a políticos paraguayos, entre los casos más conocidos figura el del expresidente Horacio Cartes (2013-2018).
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