En el llamado Pulgarcito de América existen nada menos que 170 volcanes. De ellos, 14 están activos y seis se vigilan constantemente ante peligro de erupciones, según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
La actividad volcánica tiene mucho que ver con algunas de las bellezas naturales, pues hay lagos que surgieron en cráteres de volcanes, ejemplo de ello es el Lago de Ilopango, el más grande.
Este espejo de aguaenamora a nacionales y foráneos, y en sus alrededores abundan cafés, miradores y restaurantes, propios de una incipiente y prometedora actividad turística.
Allí muchos capitalinos, salvadoreños del interior y turistas pueden disfrutar desde un baño en las refrescantes aguas, pescar, montar a caballo, hacer senderismo por los alrededores, ir en kayak, navegar en lancha, bucear para descubrir las profundidades del lago e ir en motos acuáticas.
Entre otros volcanes destaca también el de Izalco, donde el visitante puede “tocar con la mano” su cráter que mide 250 metros de diámetro. Este es el volcán en activo más joven de El Salvador y del mundo, situado a mil 950 metros sobre el nivel del mar y está localizado dentro del Parque Nacional Cerro Verde, en la zona occidental del país.
Uno de los lugares preferido de los aventureros es el Cerro Eramón, por sus posibilidades para la práctica del senderismo y el disfrute de impresionantes vistas.
Desde su cúspide se observa el río Lempa, el río Sumpul y los volcanes Chichontepec, San Salvador, Guazapa y Chaparrastique. Y desde la zona oeste hay vistas hacia el volcán de Izalco, el Cerro Verde, y los volcanes Ilamatepec y El Chingo.
Para cerrar, está el Volcán de San Salvador, guardián permanente de la capital del país, y sitio de referencia para los recién llegados.
De acuerdo con especialistas del MARN, el surgimiento de volcanes en este territorio está relacionado con su cercana ubicación a dos placas tectónicas,La placa tectónica de Cocos, a 50 kilómetros de las costas salvadoreñas, colisiona con la placa del Caribe.
El Salvador se encuentra en la zona de choque de ambas y esto facilita la formación de volcanes, y también los frecuentes terremotos que hace que la nación sea conocida como el “país de las hamacas”.
(Tomado de Orbe)