«Durante más de una hora, los terroristas de las Fuerzas Armadas ucranianas dispararon masivamente proyectiles de artillería. Se registraron explosiones en Energodar, cerca de la central nuclear, en áreas residenciales de la ciudad y en la zona industrial», indicaron.
Por su parte, la Administración Militar-Cívica local también denunció que desde la orilla opuesta del río Dnepr se abrió de nuevo fuego contra la población civil y las infraestructuras de la ciudad.
Por ahora, los servicios de emergencia recopilan información sobre las víctimas y los daños en las instalaciones.
Paralelamente, el miembro del consejo principal de la Administración Militar-Cívica de la provincia de Zaporozhie, Vladimir Rógov, escribió en su cuenta de Telegram que durante dos horas se perpetraron alrededor de 25 ataques de artillería pesada contra el área de la planta y zonas aledañas.
En las últimas semanas la planta atómica ha sido objetivo de ataques por parte de los militares de Kiev en numerosas ocasiones.
La cancillería rusa advirtió que los bombardeos ucranianos contra la central representan «un acto de terrorismo nuclear» y pueden provocar una catástrofe peor que el accidente de la planta de Chernóbil.
Al respecto, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, calificó este lunes de «criminal» la concordancia de Occidente en torno a la central nuclear.
Asimismo, la vocera condenó los intentos de obstruir la visita de la misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) la entidad nuclear, ante lo cual agregó que Moscú hará todo lo necesario para llevarla a cabo la visita.
«Una mayor concordancia por parte de los responsables occidentales de Ucrania es sencillamente criminal, incluso hacia sus propios ciudadanos. Estas personas, así como los residentes de Rusia y Ucrania, correrán un riesgo inconmensurable si los seguidores ultranacionalistas de Stepán Bandera no detienen los ataques», sentenció Zajárova.
La diplomática manifestó que Moscú insta «encarecidamente a Washington, Bruselas y otras capitales, principalmente europeas, a detener los irresponsables juegos e intrigas en torno a Zaporozhie e influir de inmediato en las autoridades de Kiev para obligarlas a dejar de bombardear la planta y sus territorios adyacentes».
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