Los talibanes prometieron después de tomar el poder hace hoy un año, reabrir las escuelas para las jóvenes de de 12 a 18 años de edad en Afganistán tan pronto como se adaptaran los contenidos a la ley islámica o sharía.
Pero el pasado 23 de marzo, cuando las afganas se disponían por fin a retomar las clases, el gobierno dio marcha atrás y mantuvo el cierre de los centros escolares.
Unicef recordó en un análisis que antes de la llegada al poder de los talibanes, Afganistán contaba con 4,2 millones de menores fuera del sistema educativo, un 60 por ciento de ellos son niñas.
El cierre de las escuelas femeninas es solo una de las numerosas restricciones impuestas a los derechos del grupo por los talibanes que llegaron al poder, que incluyen la obligatoriedad del burka o la limitación del acceso a los puestos de trabajo.
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