El ambiente más fresco y tampoco habitual para la época se manifestará hasta el próximo viernes, cuando vuelvan a subir los termómetros, aunque a priori sin el nivel tan insoportable registrado en tres olas de calor de mayo a la fecha.
La gran preocupación de los españoles ahora son los incendios forestales que ya se han cobrado más de 200 mil hectáreas, junto con la sequía que afecta los cultivos y el suministro de agua.
El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, admitió que el clima no es estable y es previsible el descenso de las temperaturas por debajo de los niveles habituales de esta época.
Tormentas y lluvias localmente fuertes, especialmente en el noreste peninsular, son bienvenidas así puedan ser peligrosas en algunos casos. En definitiva, la población del país ibérico sufre con el calor, la sequía y los siniestros en bosques muchas veces cercanos a zonas habitadas y poblaciones.
La bajada por debajo de lo habitual en las temperaturas es de tres a cinco grados Celsio, e incluso de cinco a 10 en la zona norte, salvo en el área mediterránea peninsular y el archipiélago balear en ambiente cálido.
Zaragoza, Vall d´Ebo (Alicante) y Bejis (Castellón) y Galicia en diversas localidades, son los sitios más impactados por las llamas en los últimos días.
Sin embargo, se esperan lluvias hasta el viernes con lo cual se paliará un tanto la situación, aunque la llegada del tiempo anticiclónico y generalizarán los cielos despejados hacia el finde semana volverá a cambiar el tiempo, con un ascenso entre seis y ocho grados, dijo Del Campo, el vocero de Aemet.
Si bien los termómetros volverán al alza, no se esperan remontadas tan extremas como las ocurridas días atrás cuando los 40 grados volvieron a predominar en buena parte de la nación europea.
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