El texto precisa que en julio, ninguno de los grandes países de la Unión Europea, como Francia, Alemania o Italia, asumió nuevos compromisos significativos de apoyo castrense a Kiev.
“Los datos indican que el pasado mes las naciones europeas prometieron solo unos mil 500 millones de euros de asistencia militar, lo que constituye un descenso significativo en comparación con abril o mayo”, confirmó la entidad.
Al respecto, argumenta el documento que la mayor parte de los nuevos compromisos proceden de un solo país, Noruega, el cual prometió una colaboración financiera de mil millones de euros.
El reporte también muestra que las autoridades de París, Madrid y Roma prestaron hasta ahora muy poco apoyo militar a Ucrania, y mantienen una gran opacidad sobre su ayuda.
En ese sentido, el director del centro de investigación del Instituto de Kiel, Christoph Trebesch, afirmó que, pese a no entregar asistencia nueva, los Gobiernos donantes sí entregaron parte del apoyo ya comprometido, como sistemas de armas.
Asimismo, el columnista de The Telegraph y oficial retirado del Ejército británico, Richard Kemp, manifestó la víspera que la falta de éxito en los intentos de contraofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Donbass y la provincia de Jersón durante los próximos tres meses hará que los aliados occidentales reduzcan el apoyo a las autoridades de Kiev.
Igualmente, añadió que el invierno tendrá un mayor efecto estratégico en el conflicto, y “es más probable que Kiev sea el lado perdedor”, detalló.
“A Ucrania le queda poco tiempo para cambiar la situación en el campo de batalla, ya que el invierno jugará a favor de Rusia, dada la dependencia de Estados europeos del suministro energético ruso”, agregó Kemp.
Estados Unidos, la Unión Europea y otros países occidentales entregaron hasta el momento a Ucrania armamento valorado en cientos de millones de dólares.
En particular, el canciller alemán, Olaf Scholz, declaró recientemente que Berlín suministra a Kiev armas tan novedosas que ni siquiera las usa el Ejército de su país.
Por su parte, Rusia mantiene su acusación contra las potencias occidentales de socavar la resolución del conflicto al proporcionar cada vez más armas al Gobierno ucraniano, incluidos sistemas de largo alcance.
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