Bajo el título Espionaje Internacional: Objetivo Cuba, la publicación dio a conocer que tuvo acceso a miles de documentos clasificados de organismos de inteligencia militar colombianos donde queda en evidencia cómo espiaron a diplomáticos y funcionarios cubanos, líderes políticos de izquierda, periodistas y líderes sociales.
En declaraciones a Prensa Latina, su director Edison Bolaño explicó hoy que como periodista siempre ha estado interesado en los temas geopoliticos de Colombia y le generó mucha curiosidad la tensión en los ultimos cuatro años de esta nación suramericana con Cuba.
«Empecé a preguntar y obviamente, a través de fuentes confidenciales, luego de conversar muchas veces logré acceder a más de mil archivos en los que se refleja todo un aparato de espionaje contra Cuba y su cuerpo diplomatico asentado en Colombia», dijo.
De acuerdo con la Revista, se adulteró información en la computadora de un jefe guerrillero para inculpar a Cuba de la protesta violenta en Colombia de finales del 2019, 2020 y 2021.
La investigación señala que el objetivo «Charlie» fue la denominación que recibió la operación de espionaje contra el gobierno de Cuba, incluido su cuerpo diplomático en Colombia, desarrollada fundamentalmente durante el gobierno de Iván Duque (2018-2022).
Detalla que poco a poco los espías colombianos, sin una orden judicial, desarrollaron vigilancias y seguimientos a los diplomáticos cubanos infiltrándose en las reuniones políticas y conmemoraciones de la Revolución cubana.
Ese espionaje fue realizado por el organismo de inteligencia militar en conjunto con la Dirección de Nacional de Inteligencia, una dependencia de la Presidencia de la República de Colombia, puntualiza.
En algunos casos utilizaron equipos sofisticados para vulnerar comunicaciones privadas de funcionarios diplomáticos, subraya la investigación
Advierte que hay documentos en inglés bajo el nombre «Secret/Rel To Usa, Colombia» que «provienen de agentes de inteligencia estadounidenses».
En esos reportes queda claro -dice RAYA- que los agentes de Estados Unidos también estaban muy interesados en obtener información sobre los diplomáticos cubanos en Colombia.
«Agradecemos cualquier información adicional que su servicio pueda proporcionar y estamos listos para realizar investigaciones adicionales» señala un reporte en inglés mostrado por la revista dirigida por Edison Bolaño.
Lo cierto es que los agentes colombianos no consiguieron pruebas que demostraran que Cuba estuviera adoctrinando, ni detrás de las protestas sociales, ni que tampoco estuviera haciendo operaciones de espionaje.
«Los documentos completos a los que tuvo acceso la revista RAYA, y especialmente el mencionado documento ‘Estrategia de desestabilización’, dejan ver que se trataba de un plan de los organismos de inteligencia estatales contra la protesta social en el que vinculaban a la izquierda colombiana y al país sede y garante de los procesos de paz con las FARC-EP y el ELN», señala.
Enfatiza que «así quedó consignado en el párrafo de instrucciones en el que queda explícita una orden peligrosa: «resaltar la relación de la Embajada cubana con miembros del ELN y establecer una matriz de opinión que indique que las manifestaciones violentas fueron coordinadas y desarrolladas por las casas de solidaridad con Cuba y el ALBA».
Incluso en uno de los documentos los agentes de inteligencia confesaron el delito de sembrar archivos “en los computadores del ‘terrorista’ Andrés Vanegas Londoño, alias “Uriel”.
Finalmente, RAYA recordó que «el 11 de enero de 2021, antes de abandonar la Casa Blanca, el expresidente Donald Trump, valiéndose de la vieja política del enemigo interno y de las ‘pruebas’ que había aportado Colombia, volvió a declarar a Cuba como uno de los países del mundo que patrocinan el terrorismo».
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