El portavoz de la entidad castrense, mayor general Ígor Konashénkov, precisó en a la prensa que las acciones del Ejército ucraniano están pautadas para mañana, con las cuales pretenden culpar a Moscú de una catástrofe tecnológica.
De acuerdo con las declaraciones del vocero, una brigada de artillería de las Fuerzas Armadas de Ucrania procura atacar la zona desde posiciones de tiro situadas en la ciudad de Níkopol.
Entretanto, las tropas ucranianas de defensa radiológica, química y biológica deberían concentrarse cerca de la planta atómica antes de este viernes para estar preparados a registrar el accidente que se produciría.
Además, para «llevar a cabo un conjunto de medidas para demostrar la supuesta eliminación de sus consecuencias», refirió Konashénkov.
En ese sentido, añadió que el grupo ucraniano operativo Dniéper despliega puestos de monitoreo de la radiación cerca de la central.
En medio de este contexto, Konashénkov aseguró que las Fuerzas Armadas de Rusia «están tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la instalación nuclear de Zaporozhie».
Asimismo, afirmó que en el territorio de la planta y en las zonas circundantes no hay armamento pesado, únicamente unidades de seguridad.
La situación en la central nuclear de Zaporozhie se agravó desde el pasado 5 de agosto, cuando las autoridades de la ciudad de Energodar denunciaron varios ataques contra la planta por parte de las fuerzas ucranianas.
Al día siguiente, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, declaró que la institución se encuentra «extremadamente preocupada» por las acciones bélicas cerca de la central.
Al respecto, advirtió que el riesgo de una catástrofe nuclear es «muy real», en tanto, el 12 de agosto y este lunes las fuerzas ucranianas atacaron nuevamente las instalaciones.
En medio de este contexto, Rusia convocó a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la situación, durante la cual Grossi propuso que una misión de expertos inspeccione las instalaciones.
Asimismo, instó tanto a las autoridades rusas como ucranianas a cooperar para que el personal tenga acceso a la central.
El pasado domingo, la Unión Europea (UE) instó a Rusia a retirar inmediatamente sus fuerzas militares de la planta y de toda Ucrania, al tiempo que acusó a Moscú de impedir que «se cumpla la seguridad nuclear y radiológica» en el lugar.
La Cancillería rusa desmintió las acusaciones de la UE y reiteró que los ataques contra la planta atómica los llevan a cabo formaciones ucranianas «bajo las órdenes de Kiev».
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