En entrevista con Prensa Latina durante el ensayo para este momento que forma parte del reinicio de los diálogos musicales entre Cuba y la Orquesta Filarmónica de Bogotá, el reconocido, joven y virtuoso pianista resaltó que Vitral, es una parte de Habana Cocerto dedicado a la capital de la Isla.
«En este caso es el concierto para piano y orquesta de esta grandísima obra que es como la historia musical de nuestra ciudad desde el inicio hasta la actualidad», comentó Madrigal.
En el concierto para piano hay un lenguaje desde el clásico, típico para este género como morfología o arquitectura, pero también con muchos elementos de la música cubana, como el son, como la música afrocubana y los tambores batá, entre otros, agregó.
«Hay una mezcla muy interesante de los que es en la academia, un concierto para piano, con todas las letras, y al mismo tiempo todas estas características de nuestra cultura, de nuestra música popular que siempre están presente en la obra de nuestro gran Vitier», resaltó.
Madrigal, invitado por la Orquesta Filarmónica de Bogotá, cuyo director general es el destacado músico David García, dijo a Prensa Latina que tocar con este colectivo es estar como en casa y es estar con una familia, además, un privilegio porque desde muy pequeño le han invitado constantemente a tocar y a ser acompañado por esta agrupación.
«En este momento regresar a Colombia con Vitral, que es una obra que amo, de un compositor que es muy emblemático para mí por todo lo que representa para el piano en Cuba, pero también para mi carrera, es una felicidad enorme porque se unen dos familias o dos realidades esenciales en mi carrera y en mi vida», aseguró.
Recordó que recientemente hizo una gira con la Filarmónica de Bogotá por Suecia con la obra de Mozart y resaltó que fue muy lindo compartir con una orquesta latinoamericana en un circuito europeo donde generalmente vive y se mueve.
«Fue una experiencia muy linda, entre latinoamericanos, llevar Mozart a Suecia, y ahora, dos meses después, estar aquí haciendo música cubana en Bogotá», manifestó entusiasmado en el Teatro Taller Filarmónico, sede del ensayo, antiguamente llamado Teatro Cuba.
Alumno de la eminente profesora Teresita Junco, es graduado con Diploma de Oro del Instituto Superior de Arte en Cuba, cursó estudios en la Universidad de Música del Conservatorio de Lugano, en la prestigiosa Academia Internacional de Piano Lake Como, y con una maestría en la Universidad de la Suiza Italiana, comparte su vida con Cuba y Europa. «Estoy muy conectado con Cuba. Estoy la mitad del año en la realidad europea y la otra mitad en la realidad cubana, también con el Festival Habana Clásica (bajo su dirección) y otros proyectos que cada año realizamos allí», subrayó.
Acerca de su concierto hoy y las posibilidades de compartir una obra del gran maestro José María Vitier y con la Filarmónica de Bogotá dijo que es una maravilla porque se unen elementos muy importantes en su vida.
«Poder compartir con esta orquesta, con la que generalmente hacemos repertorio clásico europeo, la música nuestra, que describe quienes somos, como somos, que hacemos, cual es nuestra historia, eso te hace sentir de una manera especial», expresó.
Por eso «tengo que agradecer a Jose (Vitier) por haber escrito esta obra, por haber pensado en mí como intérprete, por estar siempre tratando de difundir la esencia de -lo que yo pienso- que es ser cubano».
«En su música está muy bien equilibrado quienes somos en el mundo, entonces es un privilegio. Cualquier cubano se identifica con la melodía, con el ritmo, con como él puede poner a dialogar la música académica y la música popular nuestra», manifestó.
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