«Instamos a Israel a cumplir con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y, en primer lugar, respetar la soberanía y la integridad territorial de la República Árabe Siria», manifestó el ministro de Asuntos Exteriores tras concluir una rueda de prensa celebrada aquí al término de las consultas con su homólogo sirio, Faisal Mekdad.
Lavrov refirió que Moscú y Damasco condenan los ataques israelíes contra la nación árabe, en particular, el del 10 de junio, cuando fue bombardeado el aeropuerto internacional de Damasco y el del 2 de julio el puerto de Tartús.
Israel ataca sistemáticamente el territorio sirio, a pesar de las numerosas denuncias de Damasco ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde las autoridades sirias denuncian que esas acciones infringen su soberanía y amenazan la estabilidad regional.
A su vez, Tel Aviv justifica las agresiones por la presencia de las milicias iraníes y libanesas en Siria, aliadas de Damasco, a las que considera como un peligro para su seguridad nacional.
Por otra parte, Lavrov llamó a Turquía y Siria a impedir los enfrentamientos armados en el norte del país árabe.
«Lo más importante es impedir nuevos enfrentamientos armados y dialogar por los canales diplomáticos bajo los principios políticos que siempre existieron en las relaciones entre Damasco y Ankara», argumentó el titular de Exteriores.
Al respecto, recordó que desde 1998 los gobiernos sirio y turco rubricaron varios acuerdos para reducir la amenaza terrorista.
Las declaraciones de Lavrov responden a los recientes anuncios del gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el cual amenazó con lanzar una operación militar «en el momento oportuno» en el norte sirio, una zona en la que actúan las milicias kurdas.
«Siria tiene capacidad para hacerse cargo de su territorio soberano después de que recupere el completo control, Rusia, por su parte, apoya esa posición», destacó el ministro del país eslavo.
La nación árabe vive desde 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, Suiza, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, Kazajistán, con la mediación de Rusia, Turquía e Irán.
Actualmente los esfuerzos se centran en la búsqueda de una solución política a la crisis y el retorno de los refugiados.
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