El lema central será: «Ver lo invisible: el valor del agua», y busca reflexionar sobre los problemas de la falta del preciado líquido en muchas partes del orbe.
En julio de 2010, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) reconoció el derecho de todas las personas al agua y al saneamiento.
Ello implica que cada individuo debe tener acceso de 50 a 100 litros del preciado líquido al día para uso doméstico.
Debe ser segura, aceptable y asequible, su coste no debe suponer más del tres por ciento de los ingresos del hogar, y la fuente no debe estar más lejos de un kilómetro del hogar, ni su recogida superar los 30 minutos, enfatiza la ONU.
En muchos países del mundo, en los hospitales no disponen de agua corriente y limpia, lo que genera graves problemas, infecciones y muchas muertes relacionadas con esta falta de higiene
La carencia de esta tiene gran impacto en la producción de alimentos, de energía, el cambio climático, la educación y la salud.
Según varios organismos internacionales, se estima que cuatro de cada 10 habitantes del planeta están afectados por escasez de agua.
Mueren cada año por enfermedades diarreicas 340 mil niños menores de cinco años, y al menos un millón 800 millones de personas en todo el mundo beben agua que no está protegida contra la contaminación de las heces.
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