De acuerdo con el director general de la consultora independiente Protourisme, Didier Arino, el comportamiento es casi idéntico al imperante en 2019, el último vivido en suelo galo sin el impacto de la enfermedad viral, que obligó al gobierno a establecer en 2020 y 2021 restricciones como el cierre de fronteras y de sitios turísticos.
En general, la noches en hoteles aumentaron un dos por ciento y los ingresos en un 17, una tendencia que también se aprecia en campismos y apartamentos de alquiler, dijo citado por el canal BFMTV.
Por su parte, la directora nacional de Gites de France, Solange Escure, calificó de muy buena la temporada veraniega, con una tasa de ocupación de campismos y alojamientos rurales del ciento por ciento entre el 23 de julio y el 20 de agosto.
Antes de la irrupción de la pandemia, en marzo del 2020, Francia aspiraba a superar los 90 millones de turistas anuales, una cifra que la consolidaría como la líder mundial de la llamada industria sin humo.
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