Medios de prensa difundieron que los violentos choques estallaron la víspera luego de que el influyente clérigo chií Muqtada al Sadr anunciara que se retira de la vida política en el país.
De acuerdo con los reportes, para dispersar a los movilizados, la policía antimotines empleó gases lacrimógenos y otros medios.
Ante esa explosiva situación, el clérigo pidió a los congregados en la denominada Zona Verde de Bagdad, donde se asientan instituciones diplomáticas y gubernamentales, que la abandonen en aras de evitar derramamientos de sangre, difundió el portal de noticias Shafaq.
Tras las trifulcas entre seguidores de Al Sadr contra las fuerzas de seguridad y milicianos del grupo Saraya al Salam (Brigadas de la Paz), las autoridades iraquíes implementaron en las últimas horas un toque de queda en esta capital, el cual ya fue levantado ante la vuelta a la normalidad.
Al explicar su decisión de apartarse de la política y cerrar las instituciones del denominado Movimiento Sadrista, Al Sadr señaló que en este territorio, donde no se realizó una solicitada reforma, existe un estancamiento político intratable.
Según diversas fuentes, en Iraq, país que fue invadido y ocupado en 2003 por tropas de Estados Unidos, se vive un clima de inestabilidad política ya que desde hace varios meses suspendieron sus actividades debido a problemas internos el Parlamento y el poder judicial.
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