Archivos publicados por el portal de periodismo investigativo Declassified UK muestran que ambas compañías pagaron “bonitas” sumas de dinero en los años 50 y 60 al Departamento de Investigación de la Información (IRD, por sus siglas en inglés).
Esa entidad, que fungió como el brazo propagandístico secreto del Reino Unido durante la Guerra Fría (1947-1991), utilizaba los fondos para fundar periódicos y revistas, financiar estaciones de radio y televisión y organizar intercambios con los diferentes sindicatos.
Las operaciones encubiertas tenían como objetivo dar una imagen de supuesta estabilidad en esas regiones, y contrarrestar la amenaza del comunismo y los llamados a nacionalizar los recursos naturales, mientras se promovía la imagen pública de las principales compañías petroleras británicas.
La intención final, agregó la publicación independiente, era garantizar el acceso de Reino Unido a las reservas de petróleo en el Medio Oriente y África.
En el caso de América Latina, las operaciones de propaganda encubierta se concentraron en tratar de influir en los sectores estudiantil y sindical, mediante la promoción de los intercambios.
Facsímiles de los documentos desclasificados publicados este miércoles en la plataforma independiente confirman que los directivos del IRD se reunían cada año con representantes de Shell y BP para discutir el uso que se le daba al dinero, y evaluar los resultados obtenidos.
Además de esas contribuciones, que según Declassified UK sumarían millones de dólares al cambio actual, las petroleras le entregaron a la unidad de propaganda secreta británica -que estuvo activa hasta 1977-, decenas de miles de libras esterlinas más para planes de contingencia.
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