«Las tropas rusas destruyeron 63 tanques ucranianos, 59 vehículos de combate de infantería, 48 vehículos blindados de combate, 14 camionetas con ametralladoras pesadas y más de mil 700 militares ucranianos entre el lunes y martes de esta semana», precisó el vocero.
En su habitual parte a la prensa sobre el desarrollo de la operación militar de Moscú en territorio ucraniano, el jefe militar añadió que entre el equipo perdido por el enemigo se encuentran cuatro aviones de combate (dos Su-25, un Su-24 y un MiG-29) así como tres helicópteros Mi-8.
Konashénkov detalló que las pérdidas en las tropas de Kiev sucedieron durante los intentos de atacar las localidades de Arkángelskoye, Ólguino y Ternovye Pody, ubicadas en la zona de Nikoláyev y Krivói Rog.
Al respecto, el representante de la entidad castrense rusa aseguró que «el intento del régimen de Vladimir Zelenski de reanudar las operaciones ofensivas en Nikoláyev, Krivói Rog y otras direcciones fracasó».
Asimismo, argumentó que atacaron 10 puntos de control de las Fuerzas Armadas de Ucrania en las regiones de Jersón, Dnepropetrovsk y la autoproclamada república popular de Donetsk, así como 65 unidades de artillería, personal y equipo militar ucraniano en 153 zonas.
Rusia inició el pasado 24 de febrero un operativo armado en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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