El vehículo, que presuntamente transportaba inmigrantes, se desvió en un puente y acabó en el río Répce, destacó un comunicado.
Hungría es una importante puerta de entrada a la Unión Europea para los inmigrantes que utilizan la llamada ruta de los Balcanes.
El Gobierno del primer ministro Viktor Orbán ordenó desde 2015 la construcción de vallas a lo largo de sus fronteras del sur para detener a los indocumentados.
Según una reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos, las autoridades húngaras privan de libertad, de una manera ilícita, a inmigrantes que piden asilo en el país.
Sn embargo, organizaciones humanitarias y de derechos humanos denuncian de forma reiterada la ausencia de una política común en ese tema, considerado una asignatura pendiente para el bloque comunitario, incluso por algunos de sus líderes, entre ellos Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
En septiembre pasado la funcionaria instó a adoptar “de una vez por todas” el nuevo Pacto regional de Migración y Asilo, para “evitar futuros incidentes en las fronteras externas”.
Pero hasta hoy las decisiones sobre el tema recaen en los gobiernos nacionales y cada país por separado adopta políticas independientes.
Mientras, los que intentan buscar en la Unión Europea un escape para la desesperanza y las guerras sufren por la falta de voluntad política en las naciones que los acogen.
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