Dos son los principales problemas que en este terreno enfrenta el país, por una parte la negativa de Rusia a continuar con suministrando gas mientras la Unión Europea mantenga las sanciones económicas y financieras, de otra la indisponibilidad de casi la mitad de las centrales nucleares, solo 24 de los 56 reactores están actualmente en servicio.
Con respecto al gas Borne aseguró que “aunque el invierno sea frío y tengamos problemas de suministro, podría haber restricciones, pero no en los hogares”, si los recortes resultan inevitables, “serán las empresas las únicas afectadas”, añadió.
Sin embargo, la dirigente consideró que si se alcanza el objetivo de reducir el consumo de energía en al menos un 10 por ciento, no se producirán problemas de abastecimiento.
En cuanto a la producción de electricidad la primera ministra urgió hoy a EDF, empresa estatal responsable de la gestión de las plantas nucleares, a que finalice su programa de mantenimiento de los reactores en las próximas semanas para evitar que Francia tenga que reiniciar una central eléctrica de carbón, ante el riesgo de escasez energética.
Ante la compleja situación, Borne reconoció que «puede haber momentos en los que, si hace mucho frío, podría haber un problema de abastecimiento» para los particulares, por lo que podrían llevarse a cabo “cortes rotatorios en el suministro”, por distritos y durante menos de dos horas, y para evitarlo pidió a empresas y ciudadanos un esfuerzo en el ahorro de energía.
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