Encabezada por el director general del OIEA, Rafael Grossi, la misión de esa entidad entró a la planta nuclear, acompañada por representantes de la empresa rusa Rosatom, una de las mayores del mundo en la fabricación de ese tipo de instalaciones.
De acuerdo con el servicio de prensa de la administración cívico-militar de Energodar, se reforzaron las medidas de seguridad en esa ciudad, situada en la rivera sur del río Dnieper, y donde las fuerzas rusas abortaron hoy un intento de asalto de fuerzas ucranianas.
Los especialistas del OIEA valorarán la dimensión de daños físicos a causa de constantes ataques artilleros contra la mencionada instalación, que cuenta con seis bloques y una capacidad de generación de seis mil megavatios, señaló la televisión capitalina.
Además, la citada misión, compuesta por varias decenas de especialistas, determinará la capacidad de trabajo del sistema de seguridad y de la protección de la mencionada central nuclear.
También los expertos deberán analizar las condiciones de trabajo del personal y poner en práctica medidas urgentes para garantizar la protección de la planta nuclear, cuyo depósito de desechos sólidos radiactivos fue atacado recientemente por la artillería ucraniana, según denuncias rusas.
De su lado, la vocera de la Cancillería rusa, Maria Zajárova, afirmó que la inspección del OIEA abrirá los ojos a la comunidad internacional sobre la fuente real de amenaza para la seguridad de la planta nuclear que, afirmó, lo constituye Kiev.
Zajárova destacó la valentía de los inspectores y su disposición a trabajar literalmente bajo el fuego ucraniano, apuntó.
La parte rusa hizo todo lo posible para que Grossi y su equipo realizarán sin contratiempos el viaje a la central de Zaparozhie y para que cumpliera con su tarea, constató la portavoz.
El Ministerio de Defensa informó con anterioridad que esta jornada las fuerzas rusas, con empleo incluido de la aviación de combate, rechazaron un intento de una unidad de sabotaje de 60 especialistas, divididos en dos grupos, de asaltar la planta y hacerse de su control.
La zona de la provincia ucraniana de Zaparozhie, al sur del río Dnieper y hasta las costas del mar de Azov, quedó bajo control de Rusia como parte de una operación militar anunciada por el presidente Vladímir Putin el pasado 24 de febrero para desmilitarizar a Ucrania.
Desde hace varios meses, el trabajo y la custodia de la central nuclear se realiza de conjunto por expertos ucranianos de esa instalación y fuerzas del Ejército ruso.
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