Según el inventario, los agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) encontraron 43 carpetas vacías con rótulos clasificados, y otras 28 etiquetadas como “devolución al secretario de personal/ayudante militar”.
En el despacho del exgobernante también había 17 archivos considerados secretos, indican los registros desvelados por orden de un juez federal.
El reporte ofrece pocos detalles nuevos sobre el material clasificado almacenado en la mansión de Palm Beach, Florida, pero arroja luz sobre la medida en que el material clasificado se mezcló con las pertenencias personales de Trump, subraya el diario The Hill.
La conservación de los archivos en la oficina del republicano, en lugar de en la sala de almacenamiento en Mar-a-Lago, podría socavar las posibles afirmaciones de que el personal no era consciente del alcance de los documentos clasificados guardados en la propiedad, agrega el reporte.
El 8 de agosto pasado el FBI allanó la propiedad del magnate neoyorquino luego de obtener una orden de registro por sospechas de que el expresidente violó la Ley de Espionaje y cometió otros delitos como obstrucción de la justicia y manejo criminal de registros gubernamentales.
Trump presentó una moción para nombrar a un abogado independiente que vigile el correcto cumplimiento de los procedimientos judiciales durante la revisión de los materiales y exigió la devolución de cualquier objeto ajeno al ámbito de la orden.
En el documento, considerado un intento por bloquear el examen de los archivos incautados, el republicano alega que el registro tuvo una motivación política y considera inadmisible que esos intereses afecten la administración de justicia.
El FBI incautó más de 100 documentos clasificados del Gobierno durante la requisa en Mar-a-Lago, el mismo club donde los miembros e invitados confluían para sus actividades de ocio y que recibió cuestionamientos sobre el nivel de seguridad.
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