Este sábado, un variado repertorio con preponderancia de ritmos populares cubanos llevados a la sinfonía, alegraron a músicos y espectadores en el auditorio Fabio Lozano de la universidad Jorge Tadeo, en el centro histórico de esta ciudad.
García propuso un programa contrastado con obras como Variaciones Enigma del británico Edward Elgar y música cubana de los compositores Amadeo Roldán (Poema: fiesta negra), Alejandro García Caturla (Danzón), Aldo López-Gavilán (Pan con Timba) y de Guido López-Gavilán (Guaguancó).
«Esta semana ha sido maravillosa, la orquesta es de una calidad increíble, tanto desde el punto de vista profesional como humano y el trabajo fluyó muy bien», expresó la directora en entrevista con Prensa Latina.
Explicó que solo tuvieron tres días de ensayo para preparar los dos conciertos, el del viernes en la Catedral San Juan Bautista, en la localidad de Engativá y este del sábado, pero desde el comienzo todo empezó a marchar bien. Destacó que la Orquesta Filarmónica de Bogotá, además del prestigio que tiene desde hace décadas, sus músicos son colaboradores, abiertos, cálidos y eso hizo que el repertorio, particularmente los ritmos cubanos que no son propio de su cultura, fluyeran y disfrutaran los ensayos.
«También disfrutamos todos los conciertos, la música nos unió y la emoción hizo que tengamos ese lenguaje invisible que producen los sonidos», resaltó la reconocida directora.
Daiana García es graduada de Dirección Coral del Conservatorio Amadeo Roldán en 1998, bajo la tutela de Leonor Suárez Dulzaides y con Título de Oro de Dirección Orquestal en el Instituto Superior de Arte, hoy Universidad de las Artes, en el 2003, bajo la orientación del maestro Guido López-Gavilán.
En estos dos conciertos mostró sus virtudes de liderazgo, transmitió emoción a los instrumentistas, tradujo la alegría de la música cubana en hermosos sonidos, y también mantuvo un intercambio con el público al explicar detalles de las piezas ejecutadas en cada segmento.
Aldo López-Gavilán, autor de Pan con Timba, además su esposo, estuvo en las presentaciones donde fue ovacionado por la calidad de la pieza.
Acerca de este diálogo musical entre la Filarmónica de Bogotá y compositores, directores y músicos de Cuba, aseguró que es esencial tener ese intercambio de culturas, de maneras de hacer, de decir, de proyectarse.
«Es bueno conocer músicos de otros lugares, llevarles nuestras obras y también adquirir de ellos todo lo bueno y lo nuevo que tenemos que aprender y sumar a nuestras experiencias. Ha sido realmente maravilloso” resaltó García, quien dirige la Orquesta de Cámara de La Habana.
La Orquesta en las últimas semanas, contó con reconocidas figuras como los pianistas José María Vitier y Marcos Madrigal, también, con el director José Antonio Méndez quien, además, compartió el escenario con el francés Thomas Ospital, uno de los principales organistas del mundo.
Todas las presentaciones se caracterizaron por la belleza y complejidad de los repertorios, por el virtuosismo en la ejecución de cada obra, y en especial por la gran articulación entre los músicos colombianos y cubanos.
Con danzón, guaguancó, con güiro y maracas, cerró un diálogo musical propiciado por el director general de la Filarmónica de Bogotá, David García, pero que promete continuar con otras presentaciones a favor de la espiritualidad del público, de los ejecutantes, del arte y de la hermandad entre Colombia y Cuba.
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