En declaraciones desde el Palacio del Elíseo, después de conversar por videoconferencia con el canciller federal alemán, Olaf Scholz, el mandatario mostró disposición a activar un mecanismo de solidaridad, ante un período que se avecina duro para Europa en materia energética.
El escenario desafiante pronosticado por gobiernos y expertos sería el resultado del conflicto en Ucrania, y también del efecto bumerán en Estados miembros de la Unión Europea (UE) de las sanciones aplicadas por occidente contra Rusia, aunque este último elemento de la ecuación no siempre sea asumido.
De acuerdo con Macron, deben finalizarse las conexiones gasíferas para poder enviar el hidrocarburo a Alemania, “si fuese necesaria nuestra solidaridad”. Por su parte, Alemania se pondría en condiciones de producir más electricidad para aportarla a Francia en situaciones pico, abundó.
El jefe de Estado se mostró favorable a la compra común de gas desde la UE, lo cual señaló como una manera de comprarlo más barato.
Asimismo, manifestó tras su diálogo con Scholz que París apoyaría una eventual decisión de la Comisión Europea de fijar un límite máximo al precio del gas adquirido a Rusia.
La actual crisis geopolítica en el este de Europa, atizada por Estados Unidos, genera inquietud en el viejo continente, donde ya han comenzado a dispararse los costos de la electricidad y del gas.
En Francia, el gobierno maneja incluso la posibilidad de cortes del servicio eléctrico y de gas, este último en el sector empresarial, por lo que llamó a la población y las entidades a ahorrar un 10 por ciento del consumo.
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