Bajo el título Digo que yo no soy un hombre puro, la exposición del diseñador Eviel Ramos es un acercamiento, dijo, a la obra del Poeta Nacional, “a un Guillén mucho más profundo, extenso, más cubano, pleno y amoroso”.
Todo empezó cuando especialistas de la fundación Nicolás Guillén, que perpetúa la obra del autor de Sóngoro cosongo (1931) hallaron imágenes inéditas suyas y sugerí hacer la exposición, comentó a Prensa Latina Ramos, también jefe de la carrera Diseño de Comunicación Visual del Instituto Superior de Diseño ISDi.
Era necesario entonces entre fotografías y poemas, que cuando miraras la imagen establecieras una comunicación como si el poeta estuviera en ese momento recitando esos versos, foto y textos son los protagonistas en esta obra, subrayó.
El público que se acerque a Galería L, sede de la muestra en la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana, encontrará versos de Tengo, recogidos en el poemario homónimo (1964).
A este se suma La muralla, de La paloma de vuelo popular (1958); No sé por qué piensas tú, de Canto para soldados y sones para turistas (1937), así como ¡Qué mundo tan feliz, de Por el mar de las Antillas anda un barco de papel (1973), entre los más significativos.
Como valor añadido, debajo de cada cuadro se encuentra el poema al que se hace referencia, y un código QR para acceder al mismo de manera íntegra, subrayó.
Sigo descubriendo al hombre y sus versos, a un Guillén que a través de estas fotos y textos nos revela quién fue, es y será: esencia, sentimiento y huella de un cubano puro, escribió Ramos en el catálogo de la exposición.
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