La excepción -decretada en junio por el presidente togolés- fue aprobada por unanimidad hasta marzo de 2023.
De acuerdo con declaraciones del ministro de Seguridad, Damehame Yark, la disposición permite agilizar la movilidad de las fuerzas de defensa y los servicios públicos en las áreas amenazadas por la presencia de entes radicales islamitas.
En la región norte de Savannah, frontera con Burkina Faso, acaecen desde noviembre de 2021 ataques de insurgentes, que operan en la franja del Sahel.
La agresión más mortífera registrada hasta la fecha, tuvo lugar en julio cuando sujetos armados atacaron varias aldeas y mataron a una veintena de personas, según medios locales.
Diversos países del Sahel y costeros de África Occidental, como el propio Togo, Costa de Marfil, Ghana y BenÍn, sufren las embestidas de formaciones extremistas, entre ellas filiales de Al-Qaeda y del Estado Islámico, los cuales siembran el terror en comunidades.
mem/adr