“El mundo debe ser más justo y de ninguna forma basarse en el dictado de un solo país como si fuera Dios”, consideró el jefe de Estado, al intervenir en la sesión plenaria del V Foro Económico Oriental, en la ciudad de Vladivostok.
Putin señaló, al mismo tiempo, que eran absolutamente infundadas las afirmaciones sobre las violaciones por Rusia del derecho internacional y aclaró que su país brinda ayuda a sus aliados de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, según la Carta de la ONU.
El mandatario se refería así a la operación militar que anunció el pasado 24 de febrero para proteger a la población de las referidas regiones, a petición de estas últimas, y para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania.
Respecto al acuerdo alcanzado en julio pasado en Estambul entre Rusia, la ONU, Turquía y Ucrania para la salida segura de cereales desde puertos ucranianos y rusos en el mar Negro, Putin afirmó que su nación insistirá en destinar ese producto a Estados realmente necesitados.
El tránsito del trigo producido en Ucrania y en Rusia por el mar Negro debe estar dirigido a mejorar la situación en los mercados mundiales y a la reducción de los precios, insistió el estadista.
Putin calificó de nuevo abierto y descarado engaño la salida de los cereales desde Ucrania para países con menos necesidades de ese producto, en referencia a los propósitos declarados, pero sin cumplir, del acuerdo de Estambul de evitar la hambruna en naciones del tercer mundo.
Al mismo tiempo, mejora la situación con las limitaciones de las exportaciones de fertilizantes desde Rusia, pero los problemas aún persisten en el mercado y ello lleva a un aumento de los precios, estimó el presidente.
En ese sentido, consideró que se crea una “situación ingeniosa”, cuando de facto se mantienen las restricciones contra los fertilizantes y otros productos agrícolas nacionales.
Tras el inicio de la operación militar en Ucrania, Estados Unidos, Japón, Canadá y gran parte de los países de la Unión Europea lanzaron una guerra económica contra Rusia que ya incluyó más de siete mil medidas punitivas, incluido un boicot a la exportación de trigo y fertilizantes.
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