Cinco de los 13 sindicatos que representan a los empleados del sector llegaron a acuerdos provisionales con los ferrocarriles para aplicar las recomendaciones de la Junta Presidencial de Emergencia, que exigen aumentos salariales del 24 por ciento, retribuciones atrasadas y bonificaciones en efectivo.
Pero el grueso de los afiliados pertenece a sindicatos que aún no concretaron convenio alguno.
La Asociación Estadounidense de Ferrocarriles calcula que un paro nacional costaría al país al menos dos mil millones de dólares al día.
Mientras los expertos afirman que una huelga prolongada devastaría las industrias que dependen del transporte de mercancías como grano, carbón, gasóleo, acero y piezas de vehículos de motor.
Además, advierten que los contenedores de transporte se acumularían en los puertos, congestionarían gravemente las cadenas de suministro y dispararían los precios antes de la etapa de ventas de fin de año.
Aunque los demócratas dicen estar alineados con los sindicatos, los organizadores reconocen que probablemente no permitirían una huelga prolongada justo antes de las elecciones de mitad de mandato, señaló el diario The Hill.
«Después de la pandemia (de Covid-19) y las interrupciones de la cadena de suministro de los últimos dos años, ahora no es el momento de más incertidumbre y perturbaciones», dijo un funcionario de la Casa Blanca al periódico.
Aunque tanto los sindicatos como los ferrocarriles dicen que quieren evitar una huelga, algunos la ven como la única forma de ganar mejores condiciones de trabajo.
En los últimos seis años, los principales transportistas de mercancías despidieron a 45 mil empleados, o sea, casi el 30 por ciento de su plantilla combinada, según la Junta de Transporte de Superficie.
Esto dejó a los trenes sin personal suficiente cuando la demanda aumentó, lo que provocó interrupciones del servicio y miembros de la tripulación con exceso de trabajo.
El Gobierno de Joe Biden intensificó sus esfuerzos el pasado año para aliviar la pesadilla de la cadena de suministro, que dio lugar aquí a la escasez de algunos bienes y desembocaron en un aumento de los precios al consumidor, entre ellos de la gasolina y los alimentos.
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