El progreso del planeta retrocedió a sus niveles de 2016, reveló el informe de la ONU, al tiempo que alertó sobre cómo las múltiples crisis provocan un retroceso en el 90 por ciento de los países.
Muchas regiones como América Latina, el Caribe, África subsahariana y el sur de Asia se han visto particularmente afectadas, remarcó.
Las soluciones que tienden a enfocarse en el subsidio a los combustibles fósiles para hacer frente al costo de la vida y las crisis energéticas, constituyen tácticas de alivio cuyos efectos retardan los cambios sistémicos necesarios a largo plazo, manifestó el administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Achim Steiner.
En medio de este contexto, el funcionario pidió un sentido renovado de solidaridad mundial con el fin de abordar «desafíos comunes e interconectados», pero reconoció que la comunidad internacional está actualmente «paralizada en la realización de estos cambios».
Además de hacer un llamado de alerta acerca de que por primera vez en 32 años el indicador de Desarrollo Humano disminuyó durante dos años consecutivos, el informe previno sobre la existencia en el orbe de un nuevo “complejo de incertidumbre”.
Las sucesivas oleadas de nuevas variantes de Covid-19 y las advertencias de que futuras pandemias son cada vez más probables, contribuyen a agravar un clima generalizado de incertidumbre que crece en respuesta al ritmo vertiginoso del cambio tecnológico, apuntó.
Para capear la creciente falta de seguridad, el texto recomendó duplicar el desarrollo humano y mirar más allá de mejorar la riqueza o la salud.
El autor principal del informe, Pedro Conceição, puntualizó la necesidad de proteger el planeta y proporcionar a las personas herramientas eficaces que las hagan sentirse más seguras, las ayuden a recuperar la sensación de control sobre sus vidas y tener esperanza para el futuro.
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