El rey, quien accedió automáticamente al trono tras la muerte de su madre, la reina Isabel II, el jueves pasado, se dirigió este lunes a los diputados y lores reunidos en la sala del Palacio de Westminster para agradecerles por los mensajes de condolencias recibidos en las últimas horas.
Al presentarme hoy ante ustedes, no puedo evitar sentir el peso de la Historia que nos rodea y que nos recuerda las vitales tradiciones parlamentarias a las que los miembros de ambas cámaras se dedican con tanto compromiso, afirmó.
Al igual que en su primer discurso a la nación el viernes pasado, y en la proclamación formal como soberano el sábado, Carlos III exaltó el trabajo de su progenitora, fallecida a los 96 años de edad, luego de siete décadas de reinado.
Como dijo (William) Shakespeare sobre la primera reina Isabel, ella fue un patrón para todos los príncipes vivos, afirmó el monarca de 73 años.
Tras la ceremonia en la sede del Parlamento, el rey viajó a Edimburgo, Escocia, donde este lunes comenzarán los funerales de su madre en la catedral de St. Giles.
El ataúd estará en capilla ardiente hasta el martes en la tarde para que el público pueda darle un último adiós, antes ser trasladado por avión a Londres.
Una vez en esta capital, y tras reposar la noche del martes en el Palacio de Buckingham, el féretro de la reina viajará el miércoles en un armón militar hasta el Palacio de Westminster, donde se espera que miles de personas acudan a despedirla hasta el 19 de septiembre, día en que se realizará el funeral de Estado en la abadía contigua.
Una vez concluida ceremonia, a la que se espera asistan decenas de jefes de Estado y personalidades extranjeras, los restos mortales de Isabel II serán trasladados al castillo de Windsor, oeste de Londres, para ser depositados en la cripta real de la capilla de San Jorge.
El nuevo monarca también visitará esta semana Gales e Irlanda del Norte, para recibir el reconocimiento de las autoridades de cada uno de esos territorios del Reino Unido.
En esa gira de proclamación, Carlos III estará acompañado por la primera ministra británica, Liz Truss, quien asumió el cargo dos semanas atrás, en sustitución del dimitente Boris Johnson.
mem/nm