De acuerdo con el sindicato Unite, que representa a unos mil 900 trabajadores en la mayor terminal de contenedores del país, el nuevo paro de una semana de duración iniciará el 27 de septiembre.
El gremio, que en agosto paralizó todas las operaciones en el puerto durante ocho días, culpó a la directiva de la compañía Felixstowe Dock and Railway del fracaso de las negociaciones.
Según alegó, el alza salarial de un siete por ciento ofrecido por la patronal representa en realidad un recorte de sueldo, dado que en momentos el índice de precios minoristas supera el 12 por ciento.
Felixstowe y CK Hutchison (la compañía dueña del puerto) son inmensamente ricos, pero en lugar de hacer una oferta justa, intentan recortar el salario de los trabajadores, afirmó la secretaria general de Unite, uno de los mayores sindicatos del Reino Unido.
El líder de los obreros portuarios, Bobby Morton, culpó, por su parte, a la administración por el nuevo paro que se avecina, y que según trascendió, podría causar graves interrupciones en la cadena de suministros en vísperas de la Navidad.
La directiva de la empresa emitió también un comunicado en el que se declaró decepcionada por la decisión de Unite de volver a la huelga, pero consideró que no hay posibilidades de llegar a un acuerdo.
Los paros laborales en demanda de un salario digno que permita a los trabajadores hacer frente a una inflación que supera el 10 por ciento, y podría llegar al 18 por ciento en 2023, son una constante en el Reino Unido desde junio pasado, en lo que la prensa local calificó como el “verano del descontento”.
Los trabajadores ferroviarios y los empleados de correos, que tenían planificado volver a la huelga esta semana, decidieron posponer las protestas, en señal de respeto por la muerte de la reina Isabel II el jueves pasado.
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