Según informó el diario The Guardian, unos 100 trabajadores de Clarence House comenzaron a recibir cartas de despido, ahora que tras la muerte de la reina Isabel II la semana pasada, el nuevo rey, Carlos III, se mudará al Palacio de Buckingham.
Creemos que la decisión de anunciar despidos en la casa real en medio del periodo de luto nacional (por el fallecimiento de la soberana) es cuando menos cruel, afirmó el gremio en un comunicado.
A pesar de que los empleados de Clarence House no están afiliados al sindicato, ni protegidos por algunas legislaciones laborales como la Ley de Igualdad, el PCS excpresó que le garantizará protección a todo aquel que les una.
El secretario general del gremio, Mark Serwotka, también criticó la premura conque se anunciaron los presuntos despidos.
Aunque se esperaban algunos cambios en la empleomanía de la familia real, la escala y velocidad con los que fueron anunciados es en extremo insensible, aseveró el sindicalista, quien llamó a detener de inmediato el proceso de cesantías.
De acuerdo con las reglas de la monarquía británica, el primero en la línea de sucesión al trono es proclamado rey inmediatamente después de la muerte o abdicación del monarca reinante hasta ese momento.
En el caso de Carlos III, su ascenso ocurrió el jueves pasado, tras el fallecimiento de su madre, Isabel II, el jueves pasado a los 96 años de edad, aunque la fecha de la coronación aun no ha sido anunciada.
Con el traslado del monarca al Palacio de Buckingham, el nuevo heredero al trono sería su primogénito William, a quien le correspondería mudarse a Clarence House tras recibir el título de príncipe de Gales.
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